La Federación de Enseñanza de USO y la gran mayoría de organizaciones educativas convocamos el pasado 24 de octubre una jornada de huelga en todos los centros públicos y concertados. A diferencia de otras ocasiones, la unanimidad en la convocatoria entre los representantes de los trabajadores ha sido total, aunque por diferentes motivos y con objetivos también distintos.
Mientras que determinadas organizaciones y sindicatos en defensa de una escuela pública, única y laica siguen alimentando interesadamente una guerra escolar que no conduce a nada y con la que derrochan demagogia en contra de la enseñanza concertada, desde FEUSO, que defendemos una escuela de calidad, plural, libre y gratuita, afirmamos que la LOMCE no beneficia a la enseñanza concertada.
Tampoco aporta ninguna mejora profesional a los trabajadores de la pública ni de la concertada. Al contrario, si se aprueba la LOMCE, la aplicación del nuevo plan de estudios y la nueva estructura de la ESO y el Bachillerato se hará sin recursos económicos y en pleno proceso de recortes. Nos referimos a que las Comunidades tienen que reducir 8.000 millones durante los dos próximos años, que coinciden con los del calendario de aplicación de la LOMCE. Esto provocará inevitablemente muchos problemas organizativos en los centros, que se traducirán en reducción de plantillas, pérdida de empleo, modificación de jornadas, sobrecarga de horarios, proliferación de traslados…
La enrarecida situación laboral y económica que estamos padeciendo a todos los niveles, contraria a los intereses de los trabajadores, se complica más cuando se suman las consecuencias laborales que acarreará la aplicación de la LOMCE. Somos de los que hemos reclamado cambios en la educación porque pensamos que el modelo LOGSE, fotocopiado en la LOE, es un modelo muy mejorable. Por ello recibimos la LOMCE como una oportunidad para mejorar la calidad de nuestra educación.
Sin embargo, desde el primer momento vimos con preocupación que los sucesivos borradores de la LOMCE no respondían a nuestras expectativas. Durante el proceso negociador el Ministerio ha rechazado el debate con las organizaciones educativas y no ha admitido ninguna de nuestras propuestas. Peor todavía, durante la tramitación de la LOMCE en el Congreso de los Diputados, el Ministerio ha aceptado una serie de enmiendas del Grupo Popular que suponen un ataque directísimo en un futuro inmediato contra las condiciones laborales de los trabajadores de la concertada. Se ha modificado el artículo 117.6 referido a los salarios del personal docente de niveles concertados y PAS dando la posibilidad a las empresas de modificarlos sustancialmente si acreditan razones económicas, organizativas, técnicas o de productividad, devaluando gravemente el valor de la negociación colectiva y los acuerdos alcanzados entre sindicatos y patronales en el VI Convenio Colectivo.
Y por si fuera poco, a esta negativa realidad tan cercana a todos hay que sumar la amenaza de los próximos recortes en las pensiones, los negativos efectos de la reforma laboral y la nueva congelación salarial para los trabajadores de la pública y de la concertada, que nos empobrece aún más.
Por todo ello, el Gobierno debe rectificar en el Senado el atropello que está cometiendo contra todos los trabajadores de la enseñanza. Nuestro lema durante las movilizaciones ha sido “LOMCE, ¡ASÍ NO!”. La educación necesita cambios inteligentes, no más recortes contra los derechos laborales de los trabajadores.