Durante las últimas semanas se ha hablado mucho sobre el nuevo Real Decreto que el Ministerio de Educación tiene que publicar para terminar de aclarar la evaluación final de la ESO y del Bachillerato. El protagonista del debate ha sido una cifra simbólica para la enseñanza, el tan maltratado 5. ¿Cuál era la sustancia de la polémica, el fondo de la cuestión? Pues un enredo político motivado por la contramarcha en la aplicación de la LOMCE que el Ministerio de Educación aceptó desde comienzo del presente curso escolar para “facilitar” el diálogo en el nuevo Pacto de Estado por la educación. La LOE existe, está vigente, modificada por la LOMCE desde diciembre de 2013, aunque actualmente su aplicación está paralizada en aspectos tan relevantes como las condiciones para la obtención del título de Secundaria y del Bachillerato. Hemos llegado al estrambote de una convivencia indefinida entre lo viejo y lo nuevo, creando una situación ridícula e incomprensible. ¿Aprobado con menos de un 5? Pues sí, porque cumple los requisitos de titulación, o al menos así se explicará en el título de la ESO junto a una calificación inferior a 5.
Mes: mayo 2017